Visita privada de 2 horas en grupo
Unser Local Guide sprach sehr gut deutsch, man konnte alles gut verstehen. Man kommt schnell rein als "Minigruppe" ( wir waren als Familie mit 4 Person dort). Wir konnten in den einzelnen Räumen des Palastes länger verweilen und hatten individuelle Erklärungen, da wir viele Fragen stellen konnten, die sehr ausführlich beantwortet wurden. Wir waren begeistert von der Tour und es hat sich wirklich gelohnt, den doch deutlich höheren Preis dafür zu zahlen.
El Palacio Real de Madrid tiene 3418 habitaciones, así que hay mucho que ver en sus salones y salas de recepción. Pero esta visita privada te mostrará lo mejor de su interior y también de su exterior. Podrás admirar sus salones lujosamente decorados y pasear por sus jardines. Marta, una de nuestras expertas guías locales, cuenta: «Alfonso XII murió muy joven, a los 27 años, pero gran parte del diseño interior data de su reinado a finales del siglo XIX, un periodo conocido en España como la Restauración. Él y su reina, María Cristina, eran partidarios de un exceso de ornamentación al estilo victoriano».
Te quedarás con la boca abierta nada más entrar. No escatimaron en gastos: los mejores materiales, los mejores arquitectos y los mejores artistas contribuyeron a su construcción. El guía te enseñará el Salón del Trono, la Farmacia, la Armería y el Salón de Baile, mientras te explica su historia y la vida de los monarcas del pasado. También verás la Sala de Porcelana, el Salón de Gasparini y la Sala Japonesa, una espléndida mezcla de decoración ecléctica y exuberante. Marta añade: «La Sala Japonesa destaca sobre el resto: era el salón de fumadores de Alfonso XII y estaba decorado con telas y porcelanas orientales importadas».
Además, podrás contemplar obras de arte de grandes maestros como Goya, Velázquez y Caravaggio. Y un paseo entre las estatuas de antiguos reyes en los jardines del Campo del Moro, que supuso toda una innovación de los años 30, te hará comprender lo recóndita que es la ubicación del palacio. A pesar de estar en el centro de Madrid, parece una finca rural, ya que se asienta sobre una cresta que domina el inmenso parque de la Casa de Campo.
